miércoles, 22 de diciembre de 2010

Hey Lloyd!

- Hola.

- Ah, hola. -le contesté amable, forzadamente.


Por un momento pensé que me pediría algunas gominolas, que sostenía con mi mano en una bolsa. ¿Por qué otra razón aparente te habla de la nada gente desconocida?


- No te ves bien... ¿Te puedo ayudar en algo?

- No, no en realidad. Es que estoy esperando. -no expliqué más allá porque una vez terminada la frase, surgió aquél vómito mental no tan agradable que suelen tener los amargados: ¿Bueno, y qué le importa?

- ¿Qué esperas?


Coño, ¿Qué no se le acaba la curiosidad? ¡Que ya se vaya!
- Estoy esperando para romperme el corazón. -que respuesta más estúpida. Esto traerá más preguntas, claro.


Aunque por otro lado, así me sentía.


- Eso no es bueno. -notablemente preocupada.

Déjame tranquilo pues.
- Va, no es tan grave. Lo cierto es que he estado esperando mucho tiempo ya. -surge la necesidad de dar más detalles en este punto.
- Claro que no todo ese tiempo he esperado sentado aquí.


- Lo supuse.

Ah, chica lista. - Sin responder más que con el pensamiento.

- ¿Pero por qué esperas a romperte el corazón? - Ella intentando revivir la conversación que yo me esforzaba desesperadamente por cerrar con mi silencio y pensamientos ogetes.

- Tiene que pasar de nueva cuenta, de todas maneras, ¿No? Mejor estar preparado.
A ver a qué hora me deja de hacer tantas preguntas esta imbécil.

- Pero si estás esperando a que te lo rompan, no podrás rompérselo a nadie más.

- ¿Qué clase de suposición es ésa? ¡Por supuesto que no quiero romperle el corazón a nadie; es cruel! Mejor no llegar a hacer eso nunca. -aquí intentando sonar lo más irritado y sangrón posible, a ver si ya se iba.

- Entonces, ¿De dónde concluyes que quieren rompértelo a ti?


Frío y sin otra respuesta de mi parte, ni ningún empuje verbal por su parte, se cortó el ciclo de retroalimentación y murió la conversación. La extraña se fue, y mientras la veía marchar me recordó a un ayer que nunca quize presenciar, y del que nadie habla ya.





Y hasta se me olvidó ofrecerle tan siquiera uno, que a eso vino a mí.

3 comentarios:

  1. bullcrap. quiero amar, quiero que me rompan el corazón, quiero sentir... quiero un amor como el de la película que te voy a prestar.

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