
NOT!
A veces la lluvia se oye como un ventilador enorme, la mayoría de las veces incluso la acompaña algo de viento. Pero también suena como si miles de hormigas se estuvieran suicidando contra las aspas del ventilador en todo momento. Así me dijo que se oía: cortando futuros diminutos, hormiguezcos, trabajos forzados de los que ninguna se quejaba.
Hasta ganas me dan de decirle a la lluvia, monótonamente y por largo rato un "AAA..." duradero, como se hace frente a un ventilador real, para que lastime mis vocales. Las mandé a morir contra esas navajas sin voluntad, tal y como un oficial militar manda morir a sus hombres. Ellas lo hicieron sin pensarlo dos veces (una que otra vocal fue la excepción, pero igual salieron a zancadas de mi boca, por temor a que las llamaran "maricas"). Se aventaron desde mi lengua a chocar directito contra el ventilador monstruoso. Pero este no cedió ni un milímetro.
Y como mala oficial que soy, yo ya sabía que ni con cinco mil palabras podríamos derrotar a este enemigo. Pero igual las mandé. Porque soy una asesina.
Porque me gusta ver morir palabras, que no sobreviva ni una. Le puedo contar todo lo que quiera al ventilador, porque toda línea sucumbirá al inclemente viento; las ahogará el sonido poderoso de aspas y motor, de asesino de secretos.
A la lluvia también le cuento cosas. Pero ella no destroza secretos, sólo los ahoga. Por eso me gusta tanto que llueva.
No manches, Tako.
ResponderBorrarEstá muchisimo mejor que una zorra lesbiana de Tijuana.
¡Te quedó hermosisisimo!
Jajaja tú y tus comparaciones con putas!
ResponderBorrarGracias :)