Me gustaba que nos sentáramos en ese sofá destartalado, anti-estético, polviento y esperando iniciar un ataque de asma a cualquier posible víctima que se acercara lo suficiente. Me gustaba porque ni tú ni yo tenemos asma. Así que ese polvo de años, de siestas, de risas, de cuerpos entraba a mi sistema y me prevenía de olvidar recuerdos.
Cuánta poesía vimos pasar por delante del sofá. Cuántas caricias nos permitió proporcionarnos, (sí, porque si él hubiera querido, nos habría tragado a sus profundos abismos acolchonados, aprisionándonos y asfixiándonos). Cuántos retratos exactos nos vió dibujar en la cara del otro. Cuánta nausea me daba ese color limón espantoso, y lo amaba al mismo tiempo.
Polvo de recuerdos, ¿lo hueles? No huele a nada, pero se puede oler. ¿Recuerdas?
Pero se lo llevaron el mes pasado. Lo sustituyó un diván canela que no huele más que a pegamento industrial. Aún huele a la tienda de muebles de la que provino. Y no podemos compartirlo. Es sólo para mí esta vez. Tú puedes sentarte en el cómodo sillón a un lado del diván. Me escuchas hablar, pero ya no me dices nada.
¿Y mi limonada de memorias, dónde quedó? Que al maldito diván canela no se le pega el polvo ni las pláticas, y estoy comenzando a olvidar qué se siente sentir las imágenes fluyendo por mi pecho. ¿Tú ya no sientes nada tampoco?

I don't want to, sit on a lemon tree!
Awwwwwwe claro que no está jotingo!!!!!!
ResponderBorrarno me vengas con tus cosas!
no maaaaaaaaaaanches, está bien padridivis!
Te quedo así o más bonito mil (:
Jajajaja Ash, aquí pura crítica constructiva mil, Dulce xD jajaja
ResponderBorrar