miércoles, 27 de octubre de 2010

Living, raw Meat

No quiero que te pudras, por más pútrida que estuviera tu alma antes de dejarnos. Por más veces que te deseé que te pudrieras, no quisiera que ocurriera. Así que prefiero comerme tu carne, bien cruda, con algún fin de semana de descomposición por detrás.

A veces, mientras mastico, empiezan a salir unos lagrimones enormes, y se me bloquean las vías respiratorias porque me imagino que aún estás viva. A pesar de que estás bien muerta, me imagino que aún te duele. Por eso te rebano trozos de carne con la menor fuerza posible. En cuadrados perfectos, para que conserves algo de estética. Sé lo obsesiva que eras porque todo quedara derechito, pulcro; así que lo intento.

Cubos, cubos y más cubos, y lágrimas llenando toda tú, tanto que siento que me estoy comiendo a mí misma contigo dentro y no a ti conmigo encima. Pensándolo bien, no creo imaginar que aún te duele y que esa sea la razón de mi dolor.
Me duele porque ya no te duele, ¿comprendes? Así de marica soy, gran enemiga. Me duele que ya no te duela que te lastime, que te coma. Y me duele más llevarte por dentro, pero lo necesito.
Necesito que no te coman los gusanos, porque luego tendría que comérmelos (y sinceramente, me repugna más esa idea). Además, al comerte, me grabo cada cubo, cada tendón, cada lunar, cada cartílago. Y tu recuerdo durará más.

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¡Cómeme, trágame, engúlleme!
No me dejes a merced del tiempo, la tierra, el círculo de la putrefacción... ni siquiera a merced del fuego, de las cenizas de otros más. Lo que quieras, no me dejes sola, llevame contigo. Traga mi aliento por el auricular accidental, ingiere mi carne, ruñe mis huesos, no dejes ni un sólo jugo mío a la intemperie (¡hazte un caldo, lo que sea!).

Lloras. No llores, estúpida. Si vieras lo patética que te ves. Además, sin que te des cuenta, tus lágrimas se mezclan con mi sangre, y se corre, fluye. ¿Y esa cómo recuperarla?

Que no quede nada, nada de mí. Porque si me muero, no quiero estar muerta. Si queda rastro de mí, habrá algo mío que estará muerto. Y no quiero. Así que cuídate de no dejar algo atrás.

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