domingo, 31 de octubre de 2010

If I turn into another!

Doppelgänger al habla STILL.


En descanso de escritos indirectos (bueno, ni tanto descanso porque sí, sí que nos encantan), para aquí documentar los tropiezos actuales:

- Ya ocurrió la primera fluctuación en la corriente denominada "Artes Plásticas", y debido a esto, de ahora hasta Enero no quedará nada más que vivir consumiéndose en duda constante. Dependiendo del próximo sábado podrían terminar siendo dos dudas en lugar de una. Pero pasará lo que tenga que pasar, y tal vez incluso muy por dentro no deseo entrar para probar suerte en otro lugar.

- La aparente "civilización" de algunos, que ni me trago ni me quiero tragar pues prefiero vivir en la incivilización por el resto de la eternidad, sin poseer ni una sola oportunidad de demostrar cortesía, modales, auto-mentiras o llámesele como se quiera.

- La falta de vistas amistosas con cierta gente, que termina por dejarme algo down.

- Los ya al parecer usuales momentos en que el Sujeto Inalcanzable tiene apareciéndose en mis ilusiones mentales nocturnas. (yeah... CONFESSION)

- El próximo (y de los únicos) "rayitos de luz", A.K.A.(Also Known As) Compra de Boleto de los Stone Temple Pilots.

- Y sí, el más importante: aún estamos lejos de encontrar suplente.


Aún en huelgas grises, porque desapareció la organizadora que pudiera ponerles fin.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Living, raw Meat

No quiero que te pudras, por más pútrida que estuviera tu alma antes de dejarnos. Por más veces que te deseé que te pudrieras, no quisiera que ocurriera. Así que prefiero comerme tu carne, bien cruda, con algún fin de semana de descomposición por detrás.

A veces, mientras mastico, empiezan a salir unos lagrimones enormes, y se me bloquean las vías respiratorias porque me imagino que aún estás viva. A pesar de que estás bien muerta, me imagino que aún te duele. Por eso te rebano trozos de carne con la menor fuerza posible. En cuadrados perfectos, para que conserves algo de estética. Sé lo obsesiva que eras porque todo quedara derechito, pulcro; así que lo intento.

Cubos, cubos y más cubos, y lágrimas llenando toda tú, tanto que siento que me estoy comiendo a mí misma contigo dentro y no a ti conmigo encima. Pensándolo bien, no creo imaginar que aún te duele y que esa sea la razón de mi dolor.
Me duele porque ya no te duele, ¿comprendes? Así de marica soy, gran enemiga. Me duele que ya no te duela que te lastime, que te coma. Y me duele más llevarte por dentro, pero lo necesito.
Necesito que no te coman los gusanos, porque luego tendría que comérmelos (y sinceramente, me repugna más esa idea). Además, al comerte, me grabo cada cubo, cada tendón, cada lunar, cada cartílago. Y tu recuerdo durará más.

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¡Cómeme, trágame, engúlleme!
No me dejes a merced del tiempo, la tierra, el círculo de la putrefacción... ni siquiera a merced del fuego, de las cenizas de otros más. Lo que quieras, no me dejes sola, llevame contigo. Traga mi aliento por el auricular accidental, ingiere mi carne, ruñe mis huesos, no dejes ni un sólo jugo mío a la intemperie (¡hazte un caldo, lo que sea!).

Lloras. No llores, estúpida. Si vieras lo patética que te ves. Además, sin que te des cuenta, tus lágrimas se mezclan con mi sangre, y se corre, fluye. ¿Y esa cómo recuperarla?

Que no quede nada, nada de mí. Porque si me muero, no quiero estar muerta. Si queda rastro de mí, habrá algo mío que estará muerto. Y no quiero. Así que cuídate de no dejar algo atrás.

sábado, 23 de octubre de 2010

You're the exception to the rule

#3 Terapia AL Doppelgänger por Terapeuta desconocido

Caso: La Dra. Doppelgänger, miembro del Comité Psicológico de la institución en cuestión, sufrió un ataque de histeria y profunda depresión por la muerte reciente de una de sus pacientes. No se ha recuperado y esto preocupa al Comité. Se le ha retirado la licencia temporalmente para evitar empeorar a sus demás pacientes.

Nota: A pesar del estado al parecer estable de sus capacidades y funciones mentales, se recomienda especial cuidado ya que la paciente #381 es un tema delicado a tratar con la paciente.

Método defensivo: Enojo y Cinismo general para ocultar frustración, dolor y depresión.

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Y estoy casi segura que ocurrió una de las noches de esta semana. Tal vez en realidad ocurrió hace ya varias semanas, muy por dentro, se moría detrás de la delgada cortina de felicidad. Y se terminó muriendo, la muy puta, a pesar de mis advertencias. Ya no contesta el celular (no es que lo contestara muy a menudo mientras estaba viva), al principio creí que era un método de evasión. Más adelante, comprendí que... ella... LA CABRONA NI SIQUIERA LLAMÓ PARA AVISAR QUE NO PAGARÍA LA ÚLTIMA SESIÓN. ¡Pero qué pinche es la gente! No es como si cobrara mucho.

- No estamos aquí para hablar de tus ingresos por terapia.

No me venga con esas, que sé perfectamente lo que quiere sacar de mí, ¿me oye? Yo aplico las mismas estrategias con cada uno de mis pacientes, sé en qué momentos está usted analizandome, tratando de entrar en mi psiquis.

- Hmm... ¿Cómo está el clima en Siberia?

¿Eh? ... (Ya, trata de hacerme bajar la guardia) ¿Pues cómo va a estar? Heladísimo, los niños mueren todo el tiempo. Y por más que lo deseen, los ancianos parecen nunca morirse.

- ¿Y usted desea morirse?

¿Me está diciendo anciana, maldito bastardo? No, no deseo morirme. No puedo morirme. ¿Sabe por qué?... Porque si ella se muere, yo vivo. Contrario siempre. Ella era débil, yo podía con su peso y con el mío también. Ella solía odiar, yo aprendí a querer en secreto. Ella era feliz en el silencio, yo necesitaba escuchar la música a todo volumen. Ella necesitaba estar sola, yo no la dejaba, y hacía amigos por ambas -lo cuál por cierto se me dificulta mucho por la Antisocialidad innata-. Ella lloraba, yo tenía que ponerme gotas en los ojos, para evitar que se me secaran.
A veces creo que le insistía demasiado. Era un ser empequeñecido por las circunstancias, y que le costaba sobrevivir. Que quería morirse sin vivir tanto, como los ancianos siberianos. Y yo no la dejaba ir, porque creía que juntas eramos equilibrio, que ella podía tomar de mí la fuerza, la frialdad necesaria para pararse contra el mundo. Pero se negaba a tomar nada, seguía siendo la criatura amada por muy pocos; y que a la naturaleza le urgía desenmarañar de la vida, como un nudo que no permite el flujo libre del hilo por el ojo de la aguja.

- ...

En lo que me distraje, aprovechó el momento, y se me murió. Como un colibrí suicida. Ahora soy la pareja de uno, y hay un desequilibrio enorme. Y es que en lo que se murió la primera, solo uno se dio cuenta de la sustitución por la segunda. Así de rápido se sustituye a alguien, que no es el mismo.
La primera era correcta y nos hizo el favor de avisar sobre su posterior desaparición. Pero la segunda, la maldita, ni siquiera se dignó avisarme a mí. No le pude encontrar sustituta. Y mientras yo la entierro, sus amigos se dan cuenta. ¿Qué va a pasar si para cuando llegue la tercera, ya no queda nadie, ni siquiera yo?

- Ya nacerá alguien en Siberia, o en cualquier otra parte, que ocupe su lugar.

¿Hasta cuándo?

jueves, 21 de octubre de 2010

Certificados

Y está a punto de ocurrir de nuevo. O de nunca ocurrir, tal vez, el Revivir.
Yo también he estado muerta, y estoy a punto de morirme otra vez. Pero la primera vez fue por necesidad, y esta vez son las circunstancias las que me pegan.

Porque parecen ser más las cosas que siguen quedando fuera de lugar que las que arreglo. Porque se me niegan las cosas más simples y necesarias, y porque a pesar de no estar atada a ninguna cadena, me siento atrapada y asfixiada. Y ni siquiera la cosa que más quisiera para la persona que más quiero puedo hacer. Además están estos -sudden jumps- en el corazón...

El Doppelgänger nunca le lloró al primer Tako muerto, porque nunca la conoció, y no se puede amar lo que no se conoce. Pero le llorará a cascadas al segundo Tako, y si se muere, sólo quedará el Doppelgänger sintiéndose incompleto y recluido (porque verán, los Doppelgänger en general se la llevan muy mal con la población mundial).

Pero si revivimos, habrá más luz y buenos tiempos, ya que se acaben los temblores iniciales del cuerpo. Y por mucho que nos guste, nos conviene más alejarnos de la técnica claroscuro.

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By the way, de nuevo vuelve a nacerme este amor por tomar un libro desconocido y leerlo. ¡Un verdadero deseo, no un esfuerzo titánico como hace unos meses!
Engullí en dos días Historias de famas y cronopios de Julio Cortázar, y La tumba de José Agustín. Tomé uno que dejé incompleto en la secundaria, cuando era inocentona (y antes de la primera muerte), porque me dijeron que estaba medio porky -por cierto que hasta ahora eso no se ha confirmado ni remotamente salvo las menciones normales a sexo xD-, La insoportable levedad del ser. Y con lo que llevo le ha traído algo de destellos felices a mis madrugadas.

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Y sin afán de "presumir música" o alguna tontería como esa, hoy simplemtente me siento redhotchilipeppers-era. Así que...





Standing in line to see the show tonight

And there's a light on, heavy glow

By the way I tried to say

I'd be there

Waiting for...


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Y por último, me declaro oficialmente en huelga cromática. ¡Que viva la escala de grises! ¡Bloqueen toda refinería de color! ¡Que el país muera de histeria monocromática hasta la venida del Tercer Tak-Reich!

domingo, 17 de octubre de 2010

Hubieras y Habrías

A los hubieras les gusta retozar en probabilidades, opciones y engaños. A los habrías les gusta crear las consecuencias más cursis e/o imposibles que uno se pueda imaginar.

Presentándoles para ti, para él, para tú, para el desconocido y para ya sabes quién, sin orden específico, para ustedes, los hubieras y los habrías:

Posiblemente si hubiera existido un beso en nuestro archivo, no haría falta crear un expediente indicando la ausencia de uno. Habría sido el recuerdo más vivo.

Quizás si te hubiera dirigido la palabra en el camión, ya estaríamos sobre el sillón. Habría sido la cita más rápida.

Tal vez si nos hubiéramos encontrado antes, se me habría ocurrido comprar cientos de frasquitos, para tus miles de lágrimas. Habría sido el regalo perfecto.

Probablemente si hubiera perseguido la pluma en el viento, habrías chocado tu bicicleta desconocida contra mi cuerpo ajeno, parando ambos contra un aparador mutuo. Habría sido la alegría más sangrienta.

Es posible que si hubiera volteado a verte, me habría dado cuenta del sentimiento que expresara tu rostro, en lugar de andar entre tantos Quizás, quizás, quizás... Habría sido el desengaño más rápido.

sábado, 16 de octubre de 2010

Faster than Truth

¿Sabes? Hay algo extraño con nosotros, que por penoso que suene, nunca dejará de ser. Sobrevive a pesar de los años, a pesar de que nos caigamos tan mal. Y es que hay algo que va más allá de la verdad, y esa es la mentira. Nuestra amistad es una mentira que personalmente, me glorio en sostener. Sonreírte vacíamente en nuestros viajes a través de la maleza, y tú con esos ojos sordos que no comprenden nada a pesar del tacto y las oportunidades, me dices cosas irreales que dejaron de ser verdad desde el mismo comienzo en que comenzamos a ser amigos.


Porque comenzamos a odiarnos desde el instante mismo, pero se siente tan bien mentir que continúamos juntos, tirándonos fregaderas cargadas de sentimientos negativos escondidos con bromas lastimosas.

Otro accidente cromático.


Por ejemplo: a ti te gusta que te exploten catastróficamente en la cara aquellas mis burbujas amarillas de envidia.
Amarillas porque lo que pasa es que en nuestro mundo incierto, a la luz le falta el verde, y por eso no es luz sino ausencia. Y en las ausencias nos gusta imaginar tonalidades verdes que no existen. La gente se jacta orgullosa de haber pintado sus casas, locales y calles de un color que no tiene nombre; por eso nuestro Planeta no es azul, sino Inombrable.

Nos gusta filosofar sobre los árboles amarillos, cafés y rojos; y sabes cuánto me gusta mentirte encima de acacias moradas, porque parecen no existir las verdades verdes en nuestra amistad. Así que siempre que podemos, nos trepamos a toda clase de troncos a imaginar cromas sin nombres las cuáles sencillamente sabemos exactamente cómo llamar.

Y entonces dentro de las mentiras comienza a surgir una verdad, y esa es la que de verdad queremos.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Don't leave no phone number there

Estuve tentada a comenzar un nuevo blog, por razones locas, desquiciadas y dementes (mismas que atacaron hace como dos semanas y me hicieron borrar mi deviantART).
Simplemente un arrebato por querer escribir cosas que todos puedan leer y no leerlos. Leer, conocerme, sin que yo quiera que me conozcan. Escribir sin un nombre, ser la persona desconocida de la cual te encante leer su blog; tal vez incluso volverme un significado y una visita especial en tus navegaciones por el salvaje Internet. Pero nunca poder saber quién soy, cuál es mi rostro, el rostro de mis amigos a los que tampoco conocerás. Sólo ser párrafos interesantes de letras, un "Daniel" chico-desconocido que te gustaría conocer pero se mantiene sin respuestas.

Ahora que lo escribo, vuelve a darme el antojo de cometer semejante acto.
Pero lo cierto es que este blog contiene ya trocitos de mi alma acartonada, que simplemente no me atrevo a tirar por si un día se me ofrece utilizarlos. (Sí, bien Voldemort. Nunca saco esa ñoñería guardada pero en algún momento tiene que salir, ¿no?)
Si se perdiera el blog por cualquier razón, no me importaría. Pero yo abandonarlo, dejarlo atrás, borrarlo quizás, me duele la idea.

So I'll stick around por un tiempo más, y tal vez al mismo tiempo realizar mi idea sin nombre.

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Se le murió la razón al corazón, está terco. Cayó en un coma por una huelga que tardará en resolverse, y se niega a bombear ni una gota más hasta que considere justo y necesario. Así que por lo pronto me limito a sobrevivir de recuerdos, que me tengo que comer cada 381 minutos.

Un ataque en masa de repeticiones The-Shins-neosas estuvo ocurriendo por las últimas eternidades, salvaguardando ánimos jubilados al ásilo del oído. Y por más apasionada que intenté cantarlas, se sienten vacíos/as, petrificados/as, indignados/as y solitarios/as (los adjetivos en desorden para proteger su anonimato) la habitación, los ojos, la esperanza y las letras.

Y las huelgas van para largo, hasta que el padre de un niño talentoso que quiera bailar ballet decida regresar al trabajo a pesar de la humillación frente a sus compañeros y su hijo mayor. Lástima que no tengo ningún contacto en esa situación.

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Últimamente pienso mucho en algunas personas, pero para mí cualquier pendiente ya fue resuelto tiempo atrás. Me he alejado de cualquier situación que podría hacerme ruido, y junto con ello cada vez existe menos y menos importancia, lo que me tranquiliza.

To keep this boat afloat
There are things you can't afford to know
So I save all my breath for the sails

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Intenté algunos trucos por ahí para notar si algo charchaba, pero al parecer o desperdicié momentos cruciales, o simplemente ya no fue tiempo -o nunca lo fue y era un truco mental del Doppelgänger-. Así que me desilusioné un poco. ¿Perdí mi chance? Porque ya no me dijo nada de nada.

martes, 5 de octubre de 2010

Colecciones

Estampillas, peluches, recaditos, corcholatas, animales disecados -abuelas disecadas-, historiales de conversación, mapas astrales, cartas, fotografías escolares -junto con calificaciones, cuadernos del kinder, reportes y tareas que ya no te sirven-, viejos dibujos que ya ni te gustan, ácaros en la almohada, amigos, enemigos, plumas de aves, plumas de escribir sin tinta, colillas de cigarro en el suelo, mariposas, libros que les urge porque los leas pero nomás los tienes acumulando polvo, cicatrices, maquillaje, entradas a conciertos, el trozo de galleta que sobró del helado de tu primera cita -tickets del cine, notitas de amor, fotos, el chicle que te regaló-, pelotitas de hule de las máquinas, recetas que nunca llevas a cabo, tarros de medicina, tus anginas -apéndice, la moneda que te tragaste por error, una bala pérdida que te sacaron hace 4 años-, aretes, blusas que ya no te quedan, pinturas clásicas, papeles con lágrimas, boletos de camión... La gente colecciona un montón de chingaderas.

Sí, lo admito, algunas de ellas yo también las he coleccionado. Sin darme cuenta, sin tener el propósito de coleccionarlas. Pero mientras ellos coleccionan todos esos objetos tangibles por ocio o para recordar tiempos pasados -o por mera flojera-, yo sí colecciono algo a propósito: Cuerpos.

Cuerpos, labios, sonrojos, cejas, lunares, pupilas vacías que miran muy lejos traspasándome, pupilas brillantes llenas de vida, corazones que nunca fueron míos y me los robé, trozos vacíos donde debería estar el mío. "Amores" escritos, imágenes mentales, imaginación surrealista, el pinche tubo acartonado de un papel sanitario donde escribió mi mejor amiga.

Pero sobre todo, tengo un record Guiness imaginario por el mayor número de memorias acumuladas que no se pueden tocar. Ni que puedo volver a recordar. Están por ahí, muy hondo, coleccionadas. Pero ni la mismísima Hipnosis podría ayudarme a sacarlas a la luz. Y es que les gusta lo "oscurito", algunas porque son feas y no les gusta que las vean. Las demás se quedan en lo oscuro para hacerle compañía a las feas. Otras se pelearon conmigo, por muy agradables que sean yo no lo soy; así que como venganza se esconden por ahí. Y aunque no se dejen ver todas ellas, las quiero por igual.

Pero no me importa no verlas. Ni que las vean. Como la gran mayoría de coleccionistas, la satisfacción está simplemente con poseerlas, ahí tiradas, dándole la bienvenida a las nuevas.

viernes, 1 de octubre de 2010

Lemon World

¿Recuerdas el viejo sofá color limón que solía haber en nuestra sala?


Me gustaba que nos sentáramos en ese sofá destartalado, anti-estético, polviento y esperando iniciar un ataque de asma a cualquier posible víctima que se acercara lo suficiente. Me gustaba porque ni tú ni yo tenemos asma. Así que ese polvo de años, de siestas, de risas, de cuerpos entraba a mi sistema y me prevenía de olvidar recuerdos.


Cuánta poesía vimos pasar por delante del sofá. Cuántas caricias nos permitió proporcionarnos, (sí, porque si él hubiera querido, nos habría tragado a sus profundos abismos acolchonados, aprisionándonos y asfixiándonos). Cuántos retratos exactos nos vió dibujar en la cara del otro. Cuánta nausea me daba ese color limón espantoso, y lo amaba al mismo tiempo.

Polvo de recuerdos, ¿lo hueles? No huele a nada, pero se puede oler. ¿Recuerdas?

Pero se lo llevaron el mes pasado. Lo sustituyó un diván canela que no huele más que a pegamento industrial. Aún huele a la tienda de muebles de la que provino. Y no podemos compartirlo. Es sólo para mí esta vez. Tú puedes sentarte en el cómodo sillón a un lado del diván. Me escuchas hablar, pero ya no me dices nada.


¿Y mi limonada de memorias, dónde quedó? Que al maldito diván canela no se le pega el polvo ni las pláticas, y estoy comenzando a olvidar qué se siente sentir las imágenes fluyendo por mi pecho. ¿Tú ya no sientes nada tampoco?




I don't want to, sit on a lemon tree!