sábado, 28 de agosto de 2010

Reporte Doppelgängerístico #2



Dra. Doppelgänger Zednànref

08/28/10


Reporte #2: Simulacros contra el Calor


Una de las propuestas más interesantes que impone el poseer una mente malsana como la de la paciente es la muy despierta, apantallante, y a veces negativa y desastrosa imaginación.

Independientemente de lo que pensarían los demás al enterarse de hechos imaginativos que mencionaré a continuación, es necesario especificar ante ustedes que la acción "imaginar" se encuentra fuera del poder voluntario de esta categoría de mentes; en pocas palabras, la mayoría del tiempo le es imposible al usuario controlar, detener o iniciar su imaginación, así como el tema alegre o deprimente de sus pensamientos imaginarios. Una vez aclarado mi investigación, procedo a informar lo ocurrido en la sesión #512.


- En la sesión anterior, paciente 381, no avanzamos mucho. Pero acordamos esta cita de urgencia porque algo te molestaba, ¿no es así?.

"-Sí doctora." Me respondió sin señales de perturbación en su rostro ni comportamiento defensivo. Mi paciente es bastante relajada cada que iniciamos una sesión. Así que le indiqué que procediéramos una vez que los saludos y preguntas de cortesía psicólogo-paciente se habían efectuado; y empezó a contarme su historia, con voz monótona:

"Siempre me pareció tener mucha imaginación. No es el mismo tipo de imaginación que otras personas tienen, ¿sabe?. Estoy segura que existen muchas categorías dentro de la misma Imaginación, -tantas como Ud. pueda imaginar, jeje-. Por eso pensamos tan diferente, por eso algunas personas son más creativas que otras sin que esto signifique que las segundas no poseen imaginación (ya que todos la poseemos); por eso no se nos ocurren las mismas soluciones, por eso existen tantos tipos de Arte, de Ciencias... Pero también creo que la Imaginación puede absorver sentimientos, ¿entiende?. Nacemos con cierta Imaginación que está predestinada a ser de tal forma: alegre, dulce, deprimente, positiva, malévola, la lista sigue. Claro, no digo que nosotros sintamos eso y a la Imaginación se le haya contagiado, ¡sino que lo sentimos por culpa de la misma Imaginación, somos nosotros quienes nos contagiamos!

De niña no me gustaban mucho los juguetes. Confieso que disfruté de varios. Pero lo que de verdad me gustaba, era crear mis propios personajes, mis propias historias. Mi material favorito era la plastilina. Después de un tiempo me volví floja para crear monitos, y todo pasó a ser imaginativo. Los lugares, la apariencia, incluso otros personajes; yo misma me volví un personaje. Me turnaba con cada uno, como un RPG en vivo. No eran amigos imaginarios con los que platicara o creyera que de verdad estaban ahí; nunca confundí la fantasía con la realidad. Sabía bien que se trataba de un juego, y sólo me gustaba jugarlo en el patio de mi casa, con las puertas cerradas, como si eso evitara que nadie pudiera entrar a ese mundito. ¿Es decir, no me comportaba del todo como una loca, verdad?

Era necesario para mí jugarlo. No sé si me liberaba de estrés o algo así Dra. yo sólo sé que además de los videojuegos, era lo que más me gustaba jugar.
Fuera del patio, en el mundo real, mi Imaginación tampoco se detenía. En la escuela, en la calle, en mi cuarto, en las miradas de mis peluches, en mi hermana la menor, en mis amigos hombres de la primaria -porque mis amigas mujeres sólo se sentaban a platicar-. Siempre imaginando "¿qué pasaría si..."...

"¿qué haríamos si...

¿cuáles serían nuestras reacciones si...

¿cómo se sentiría tener un dragón...

¿sí mi papá me comprara un caballo a dónde lo llevaría para que se quedara a vivir...

¿qué haría mi mamá si llego con ese perro callejero a la casa...

¿si ocurriera un temblor justo ahora, recordaría el simulacro... a ver, las instrucciones eran... hmm eran... DEMONIOS NO LO RECUERDO...

¿qué pasaría si me robo la placa de instrucciones...

¿habría forma de agarrar un bonchecito de nubes como Aladín...

¿las estatuas de las iglesias siempre están muy serias, me pregunto si les sonrío yo tal vez...

????????????????


Y luego crecí y había otras preguntas...


¿a quién le lloraría yo si...

¿quién lloraría por mí si...

¿si le digo que me gusta, él qué hará...

¿dónde se termina el sentimiento...

¿cómo repercutirá esta decisión en mi futuro si...

¿algún día cambiaré de opinión respecto a no tener hijos...

¿me pregunto si ya me dio la Viruela...

¿si ese bloque en ese pórtico se cayera justo cuando paso yo debajo...

????????????????"


Entonces le pregunté, dejando mi taza de té con un débil choque de porcelana sobre la mesa de cristal:
-¿Así que te preguntas dónde quedó la imaginación optimista de cuando eras niña?- Y ella sólo me respondió riéndose:

"No doctora. Lo único que me perturba es qué habría pasado si me hubiera robado la placa de instrucciones de Simulacros, porque sinceramente sigo sin recordarlas."


De ahí en más, no logré que la paciente #381 continuara comunicándose satisfactoriamente, con lo que dí por terminada la sesión #512.

3 comentarios:

  1. Pero es que yo te amo más!
    te quedo chido mil (:
    yo creo que la paciente sigue imaginando muchas cosas... si quieres, luego acompaño a la paciente a robar la placa de las instrucciones para el temblor.

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  2. Ayudaría mucho a la investigación que incites a la paciente a más conductas como estas jajaja

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  3. perfecto, viernes a las 4
    es una cita ;D

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